lunes, 30 de noviembre de 2009

El uso de lética en la información



La ética es un elemento fundamental en la vida de las personas que viven de manejar información y transmitirla a la gente, pero siempre existe un problema grave a la hora de usarla, pues siempre estamos en una paradoja, pues si dejamos la ética a un lado podremos obtener más beneficion financieros que si tuviéramos la ética tan presente.
Es difícil establecer una definición de ética para el trabajador de la información. Pero pudiera decirse que comprende las acciones y decisiones morales relacionadas con la actitud profesional ante las actividades, problemas y tendencias en el campo de las ciencias de la información. Ella sustenta la toma de la decisión correcta, la determinación del beneficio en relación con el perjuicio; lo justo ante lo injusto y qué debe hacerse en el contexto de la atención bibliotecaria de acuerdo con la disposición de hacer el bien.

Se presentan entonces dos importantes aspectos éticos. La primera podría llamarse "ética de la información", que trata todo lo relacionado con el uso y mal uso de la información y que incluye: propiedad intelectual, acceso a la información libre o restringida, censura, uso de información del gobierno, intimidad y confidencialidad, integridad de los datos, flujo internacional de información, etcétera. La segunda trata el comportamiento profesional específicamente, la "ética profesional", es decir, cómo se aplican los principios éticos a la toma de decisiones y acciones de los profesionales de la información, cómo se desempeñan, elevan su prestigio y competencia.

Es muy difícil poder describir el funcionamiento de una Ley Ética que se encargue de regular los sistemas de información actual.

La ética en la función pública, y la moral en la administración de los negocios del Estado, siguen siendo los pilares fundamentales de todo orden republicano y democrático que se precie de tal.

Para ello, es necesario un funcionamiento acorde a la legislación actual regida por códigos y reglamentos que le permitan a la ciudadanía elegir a los mejores profesionales.

Pero en esta nueva era que se acerca, los cambios que se producirán serán mucho más pronunciados que los que estamos viviendo en la actualidad. La formación de una nueva civilización informatizada necesitará de leyes viables que la sustenten y que cumplan con todos los requerimientos legales posibles.

La ética como ciencia teórica y práctica trata hechos, pero de hechos con relación a una norma o ley que dice lo que se debe hacer y lo que se debe evitar, no como un catalogo estático de deberes sino desde su utilización práctica, aplicando esos principios básicos a la conducta humana cotidiana.

En la actualidad, nuestro país no cuenta con leyes éticas que permitan controlar los sistemas de información correctamente. Solo una Ley de Ética Pública y diferentes reglamentos se encargan de regular el comportamiento moral de los profesionales y los funcionarios públicos. Son la única arma de control que tiene la ciudadanía para reclamar, controlados a su vez por un Consejo de Ética y reglamentos totalmente ineficientes que se demuestran claramente en el funcionamiento de la administración de nuestro país y que no son aplicados en la mayoría de los casos de corrupción y de actos inmorales.



La prensa, la radio y la televisión están al servicio del orden libre y democrático, así lo formula el lenguaje jurídico. En términos prácticos, la base de legitimación de la profesión está firmemente inserta en el entendimiento de democracia con las obligaciones que de ella se deducen, y que ciertamente no se pueden forzar política ni jurídicamente, sino que, a pesar de su gran relevancia, sólo contienen un compromiso moral y quieren ser aceptadas por voluntad propia.

Por eso, la libertad, y la ética son fuerzas tan decisivas e imprescindibles para plasmar y controlar una figura normativa, que se pierden de vista alguna vez. Una práctica humana es una práctica democrática con el respeto de la dignidad personal y humana como máximo precepto. Por cierto, la libertad de los sistemas de información no es ilimitada. En una autodeterminación libre y democrática, cada uno y todos nosotros nos fijamos límites y las obligaciones, respetando la conciencia y la libertad de otros.

El hecho de que exista una nueva coyuntura para el tema de la ética en los sistemas de información se debe a una serie de motivos. Entre ellos figura, como ya se ha dicho, la crisis generalizada de la legislación actual ante el trasfondo de una impugnada fe en el progreso.

El progreso informativo también se ve comprometido en estas dudas, si acaso no trae lo contrario de lo que promete a las personas en la sociedad altamente industrializada ¿Por qué necesitamos más programas y nuevos medios de comunicación? No estoy seguro de si las consecuencias de un progreso científico éticamente no responsable, va mucho más allá de lo que los sistemas de información pueden causar. La degeneración del lenguaje y de la comunicación pública, si bien no extingue la existencia física, puede tener consecuencias devastadoras para la vida intelectual.

Toda la tradición de la ética y filosofía moral se puede reducir a las dos palabras ¨bueno¨ y ¨deber¨.

Hoy en día se muestra como la relación entre los sistemas de información es una realidad, uno depende del otro. bajo el aspecto de acuñaciones e influencias normativas, o sea en el contexto de lo ¨bueno¨ y el ¨deber¨, pasa a constituir paulatinamente el centro de las consideraciones sociológicas y políticas. No existe un uso valóricamente neutro de los sistemas de información, de modo que la ciencia o la investigación de los efectos pudiera decir así es ¨correcto¨, así está ¨mal¨. Toda nuestra comprensión de la realidad siempre es también la comprensión de valores y ellos determinan el campo del efecto, si se llega a aquel combate de opiniones que en la democracia es imprescindible.

Ante este trasfondo de interrogantes, temas como ¨Los sistemas de información y el cambio de valores¨ ¨Los sistemas de información y los patrones culturales políticos¨, ¨Los sistemas de información y la formación de juicios morales¨ o la problemática general de las versiones de la realidad, requieren más la atención.

No hay comentarios:

Publicar un comentario