Les presento un claro ejemplo de que se sobrepasó el límite entre información y el morbo, para así seguir hablando sobre este tema yan importante.
Hace unos días se encontró el cadáver de Mari luz, la niñita de 5 años que llevaba desaparecida 50 días. Apenas conocido el suceso se vieron desbordados por las llamadas de las grandes cadenas en busca de una exclusiva sobre la historia.
Ahí entra la televisión a informar, lo primero que hacen es llamar al tío para preguntar como están y si saben si es Mari luz, cuándo ya se confirma que es la niña le preguntan al padre.
.- ¿Y como se siente?
.- Otro periodista comenta, mira la madre llora.
.- El abuelo lo lleva con una entereza.
.-Uy el tío se desmayo.
.-En el tanatorio hay miles de personas se esta viviendo un momento muy triste, comenta otro.
La madre no puede mas y otro periodista le pone la cámara de televisión en plena cara para ver si suelta una lagrima.
Al día siguiente entrevista al padre, entrevista al abuelo, al tío, al primo, al vecino. ¿Pero esto que es? esta bien que se informe, pero ¿es necesario todo ese espectáculo?
Como van a estar los padres si se acaban de enterar que su hija esta muerta. Los informadores deben mostrar sensibilidad sobre el dolor humano y no utilizar el morbo para subir audiencia. Déjenlos en paz, que vivan su dolor en la intimidad.
Y para muestra un botón, el del jugador del Sevilla que se desmayo en el campo y lo pasaron por televisión como mil veces.
Con este caso nos podemos dar cuenta que los límites de la información los ponemos nosotros mismos, tanto como periodistas que como espectadores, pues los periodistas con tal de comer se atreven a dejar de lado su empatía con los demás y llevar al televidente información acompañada de morbo y espectácuilo, cose que no sucedería si nosotros los televidentes no pidieramos show, escándalo y más tonterías inecesarias para mantenernos informados, en general los limites están dentro de cada uno de nosotros.
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